Si hay una serie que me dispara reflexiones y cuestionamientos acerca del futuro de la tecnología y nosotros como sociedad, sin duda es Black Mirror. Uno de los mejores capítulos que vi hace poco, fue el cuarto de su tercer temporada: San Junipero. ¿No lo viste? prendé ya Netflix.
Mi relación con Black Mirror es una especie de amor-odio. Hay capítulos que no me gustan nada de nada y hay otros que, superan por demás toda especulación personal, y me vuelan la cabeza. La forma que tienen para contar una historia, y hacer que, como espectador, no entiendas nada de nada, es algo excelentemente logrado y profundamente frustrante.
Así empezó San Junipero, una historia de dos chicas, que no se entiende muy bien para dónde va, lenta, sin rumbo…algo que me frustró tanto, que corté el capítulo y me puse a ver otra cosa. Días después, con más paciencia, le doy una segunda oportunidad y me siento a terminar ese capítulo con mi novio.
¿Cómo describir San Junipero?
¿Qué me decís si antes de morir, podés elegir un lugar en el paraíso y volver a empezar? Lindo, ¿no?La oportunidad para vivir devuelta, en un lugar dentro un software llamado “San Junipero”, y animarte a seguir viviendo en una realidad virtual, pero sin dolor ni posibilidad de sentido alguno.
Idea disparatada si la hay, pero ¿no crees que no estamos muy lejos de desarrollar algo similar en un futuro? Qué ideal sería poder volver a encontrarte con esa otra persona que se fue, y seguir viviendo, eternamente, en la época que elijas y con todo lo que vos quieras, sin límites.
Lo que más me gustó del capítulo es que refleja muy bien la nostalgia, la tristeza, y la melancolía. Hasta se podría decir que es una película, más que un capítulo de una serie, porque tiene de todo. Una idea y un planteo existencial, y un final feliz, algo atípico en Black Mirror y en Charlie Brooker, su guionista.
El miedo y el misterio de la muerte, a no saber qué pasará, o más bien qué nos va a pasar a vos, a mí, después de esta vida. ¿A dónde vamos? Quién no se pregunta esto varias veces en su vida? sin tener respuesta precisa, más que fé en lo que creas. Algunos creen en el cielo y en el infierno, en la reencarnación, otros en un tránsito hacia algo más. Sin importar, cuál seas vos, vivimos en esa incertidumbre de no saber qué hay más allá de la vida y muchas veces, nos preguntamos a dónde se fue ese ser querido que hoy no está más en la Tierra, ¿dónde está realmente?.
“Sin la incertidumbre y sin lo desconocido, la vida es sólo una vil repetición de recuerdos gastados” Deepak Chopra.
Sería ideal poder tener ese “pase libre” para seguir viviendo y volver a ver a quienes hayan elegido seguir el viaje en esa realidad virtual, San Junipero. Pero eso conlleva una decisión fundamental: seguir viviendo jóven y eterno.
¿Vos te animarías?
Si uno se lo pone a pensar por un momento, es tentador, pero si realmente lo pensamos en frío, da escalofríos. Hasta creo que volvería loco a más de uno, en el transcurso. Que los días pasen, las estaciones del año se repitan, los años continúen…y, ¿vos?exactamente igual y eterno.
Creo que hasta generaría aburrimiento, volver a vivir los treinta por ejemplo, despertarte, hacer eso que te quedó pendiente, o repetir lo otro que tanto te gustó y te llenó en esa vida real que viviste en su momento. Pero quedarte eternamente en el mismo lugar, en la misma línea, ¿no sería vacío?.
No solo aburrido, sería existencialmente muy triste. Sin duda, el motor de la vida creo que va de la mano (y bien agarrada) de la muerte. Esa idea que en algún momento todo esto se termina, que pasan los años, pasa la vida, y que ese momento, el de la muerte, nos va a llegar a todos. La idea de llegar a esa instancia de la vida, y hacer rewind para atrás: ver tu vida, y saber que sí la viviste, sí la aprovechaste, sí la disfrutaste y valió la pena vivirla. Pero, ¿tanto como para vivirla devuelta?.
¿Qué es la muerte?
Es algo que aún estoy intentando entender y asimilar. Es la gran incógnita de la vida misma, y cuando te toca de cerca, te das cuenta que no entendés absolutamente nada de nada. A ver, se te puede morir un abuelo, y sentir profunda tristeza por esa persona que ya no está, pero transitó el camino de la vida: nacer, crecer, ser niño, adolescente, joven, adulto, y abuelo.
¡Sí que vivieron la vida ellos! Mejor o peor, con mayores dificultades, pero la vivieron entera. No podemos negar que la oportunidad la tuvieron. Por otro lado, te podés enterar de la muerte de alguien: la mamá de un conocido; el tío de un gran amigo; la abuela querida de una íntima amiga; el primo de un amiga, y así. Sentís tristeza, sí que la sentís, por el momento que está atravesando ese ser querido que perdió a alguien importante y que querés e intentás acompañarlo en el dolor. No podés creer lo que pasó, y pensás lo duro del momento, y rogás que ojalá no te pase a vos, y en algunos casos, agradecés por tener a esa mamá, a ese tío, a esa abuela, a ese primo. Pero, te aseguro creés que entendés, o estar cerca de entender algo, pero no entendés nada de nada.
Cuando la muerte te toca de cerca, y cuando digo cerca, me refiero a cuando se muere alguien que significa todo para vos, como tus papás por ejemplo, la vida se detiene y te dás cuenta que tenés a la muerte en frente de tu cara. No sé lo que es perder a un amigo, un tío, o a un primo, y no voy a hablar de algo que no viví porque no corresponde, pero sí sé lo que es perder a uno de tus papás. Y cuando te pasa, porque a todos nos va a llegar, lamentablemente, vivir ese momento tan duro, que reitero, es parte de la vida misma, tu mundo se para, y ahí mismo te das cuenta, y mirás para atrás, que no entendés nada de nada de la muerte y lo que eso significa.
Es injusto podés pensar, porque no cumplió todo ese ciclo de la vida que antes hablamos, pero es la vida. La muerte es parte de la vida, eso es así. Podemos gritar, enojarnos, patalear, putear pero, te guste o no, es algo que no podemos cambiar. Lo que alivia es transitarlo, vivirlo, sentir ese momento aunque sea triste y angustiante. Si no lo hacés, tarde o temprano, lo vas a tener que hacer, no existe un “skip this step”. Y creo firmemente, que por más que en un futuro los Millennials tengan un posible y triste San Junipero, hoy después de la muerte física, las almas de una persona, pasan a otra esfera, a otro plano, uno que no tiene límite de espacio ni tiempo, es infinito.
“Cualquier cosa que luches, te fortalece, y lo que resistes, persiste” – Ekhart Tolle.
Ahora bien, ¿me animaría a comprar mi lugar en San Junipero? No. La esencia de la vida es saber que esto se termina, por más duro que suene, y el misterio de no saber qué hay más allá. Es la magia de vivir cada segundo, aprovechar cada momento, aprender de cada una de esas personas que dejaron “huellas” en esta vida. El ser humano funciona así, no te das cuenta de lo que tenés hasta que lo perdés. Y si sabemos que eso que querés (vivir, o mejor dicho, no morir) podés tenerlo para toda la vida, ¿vivirías igual?. Reitero, no solo sería aburrido, sería profundamente vacío, una mentira disfrazada de una casa en frente al mar y la vida eterna. Suena muy lindo, pero es eso, suena, no es real, es virtual.
Despertar es la cuestión
Creo que la cuestión es ver en la vida esos momentos para despertar la conciencia. Yo los llamo “clicks” que hace uno en algún momento de la vida y no hay lugar a duda que marcan un antes y un después, siempre.
Es un “renacer”, porque no solo es despertar sino que creo que es una segunda oportunidad, que cambia la forma de ver y vivir la vida, un momento de iluminación, donde algo se prende y algo cambia. Es como si te sacaran la venda de los ojos y vuelvas a ver, dándote cuenta que antes estabas dormido, con los ojos tapado. Cuántas veces vivimos en automático y no nos damos cuenta que no vivimos el presente, ese aquí y ese ahora, ese momento, que es todo lo que tenemos.
“Vive en el presente, que es el único momento que tienes. Mantén tu atención en lo que existe aquí y ahora; busca la plenitud en todo momento. Acepta lo que viene a ti total y completamente para que puedas apreciarlo y aprender de ello; luego déjalo pasar. El presente es como debe ser. Refleja infinitas leyes de la Naturaleza que te han traído hasta este pensamiento exacto, esta reacción física precisa. Este momento es como es porque el Universo es como es. No luches contra el infinito esquema de las cosas; por el contrario, sé uno con él” – Deepak Chopra.
A medida que pasan los años, empiezan a pasar cada vez más rápidos. Por eso, cada momento vale la pena ser vivido, y no pasarlo ni atravesarlo en automático, porque a la larga es todo lo que tenemos.
La vida también es en todo su conjunto: es alegría como también es tristeza, es amor como también es odio, es placer como también es dolor. No hay uno sin el otro. Como no hay vida sin muerte, y no hay muerte sin vida.
Por eso, hoy te invito a vivir esta vida, tu vida, pero vivirla en serio, sentirla aceptando cada una de sus partes aunque algunas no gusten, porque por algo están ahí, recibiendo cada experiencia como un aprendizaje, mirando con un nuevo cristal el mundo, porque vivir la vida también implica responsabilidad, conciencia, inteligencia emocional y trabajo. El único dueño de tu vida sos vos, y te pregunto, porque hoy al menos no existe San Junipero, ¿qué esperás para despertarte y vivirla?.
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